martes, 8 de noviembre de 2011

COCHISE - EL APACHE GUERRILLERO














Importante líder guerrero de los apaches chiricahuas en el territorio de la actual Arizona. Considerado como un maestro de la estrategia y la guerra de guerrillas, mantuvo en jaque a los ejércitos mejicano y estadounidense desde mediados 1.861 hasta su rendición en 1.871.

Nacido en torno a 1.810, Cochise fue creciendo durante un periodo de relativa paz, al menos con sus vecinos estadounidenses. Pero en el sur, las autoridades mejicanas habían decidido acabar con cualquier vestigio de la presencia de los chiricahuas en la región, ofreciendo cantidades de dinero a cualquier cazarrecompensas por la entrega de cabelleras, independiéntemente de que fueran de hombres, mujeres o niños nativos. A partir de 1.831, los incidentes se volvieron cada vez más frecuentes y la reacción de los guerreros más violenta.
En 1.837, en la matanza de Santa Rita Del Cobre, pequeña población mejicana, más de cuatrocientos apaches perdieron la vida en la emboscada perpetrada por el norteamericano James Jonson, alguno de ellos familiares del propio Cochise y de la que pudo escapar in extremis el líder de los apaches mimbreños Mangas Coloradas. Matanzas constantes, aunque nunca tan numerosas, tuvieron lugar en años sucesivos. De hecho, en 1.846, entre los ciento setenta y cinco apaches masacrados durante una emboscada de los cazarrecompensas, al servicio de los mejicanos, se encontraba el propio padre de Cochise, un destacado líder de su pueblo.
En 1.856 (seis años después de que la región de Arizona y Nuevo Méjico quedara bajo el control políco y administrativo de las autoridades de Washington), Cochise fue elegido jefe de las partidas de guerra de su clan, los Chokonen, una vez fallecido su anterior líder, Miguel Narbona. En 1.858 se asentó junto a su gente en la región fronteriza con Méjico, queriendo adoptar una actitud pacífica ante los colonos blancos y el ejercito estadounidense.
Fue, sin embargo, la falsa acusación del rapto de un niño lo que llevó a Cochise a adoptar una posición hostil hacia su entorno. El incidente tuvo lugar en 1.861, cuando, junto a su banda Chokonen, se acercó a un campamento del ejército norteamericano en Apache Pass, al objeto de demostrar su inocencia en el secuestro de un niño de un rancho cercano. Un joven oficial, el Teniente George N. Bascom, desoyendo las pruebas aportadas por los apaches, decidió dejarles bajo arresto. Cochise consiguió evadirse, abriendo un agujero en la tela de la tienda militar en la que había quedado confinando y aprovechando la oscuridad de la noche y su habilidad innata para escapar de las patrullas enviadas en su persecución. De todas formas, cinco de sus familiares quedaron prisioneros del ejército.







Naiche(Natchez hijo de Cochise












Durante los días que siguieron a su escapada, Cochise y algunos de sus seguidores tomaron rehenes (y asesinando a cuantos mejicanos encontró a su paso) para poder intercambiarlos por los prisioneros del ejército, circunstancia a la que se negó el oficial Bascom. Irritado, Cochise torturó hasta la muerte a sus rehenes y a cambio, en el campamento militar, fueron colgados el hermano del propio Cochise y dos de sus sobrinos, aunque su mujer y su hijo fueron liberados.
Pese a que posteriormente quedara demostrada la inocencia de Cochise y clan -los Chokonen-, el incidente le convenció de que los blancos jamás admitirían el modo de vida nativo. El inevitable enfrentamiento y el odio motivado por la ejecución de sus parientes le llevó a una alianza con su tío Mangas Coloradas, quien ya se hallaba en guerra con mejicanos y estadounidenses. En el verano de 1.861 el territorio de Nuevo Méjico se convirtió en campo abonado para las incursiones apaches. El ataque, el 27 de septiembre, al campamento minero de Pinos Altos (Nuevo Méjico), aunque fue repelido por los emboscados, demostró la superioridad táctica apache, que consiguieron ver como la inmensa mayoría de colonos, mineros y comerciantes prefirió ausentarse de la región, ante el temor de los raids de castigo de los guerreros, que manejaban el sistema de guerrillas a la perfección, combatiendo casi siempre en pequeños grupos.
En junio de 1.862, creyéndose perseguidos por una columna de voluntarios de California, al mando de Brigadier General James Carleton, Cochise y Mangas Coloradas organizaron una emboscada en Apache Pass, en la que sólo la posibilidad de contar con artillería libró a la columna de quedar aniquilada. Ambos bandos sufrieron numerosas pérdidas, pero la resistencia apache mantuvo intacta su capacidad de acción.
Durante dos años -hasta el asesinato de Mangas Coloradas en 1.863- la capacidad de golpear en varios puntos simultaneamente y escapar sin dejar rastro echó al traste cualquier estrategia de defensa por parte de colonos, caravanas, campamentos mineros o puestos militares a ambos lados de una frontera que los apaches usaban en su provecho.















A la muerte de Mangas Coloradas, Cochise quedó como máximo líder de los apaches. La experiencia adquirida le permitió esquivar una y otra vez las trampas y persecuciones de las tropas regulares o de los voluntarios enviadas para su captura.
Pese a todo, Cochise comprendía que el agotamiento de las posibilidades de mantener su libertad era sólo cuestión de tiempo, superado en fuerzas e intendencia por sus enemigos. En noviembre de 1.870 cayó prisionero del ejército federal (que utilizó exploradores apaches para poder realizar su misión) para acabar deportándolo a la reserva de Cañada Almosa, situada a unos cientos de kilómetros de su territorio habitual. Descontento con las nefastas condiciones de subsistencia, Cochise y sus seguidores se escaparon para refugiarse en las montañas, desde las que volvió a organizar sus partidas de guerra para sembrar el terror en los ranchos y campamentos próximos.
Sólo la intervención de Thomas Jeffords -un colono de la zona y el único blanco en quien confiaba Cochise- pudo hacerle desistir de mantener un enfrentamiento cada vez más desesperado y cruel. En 1.871, el lider chiricahua depuso definitivamente sus armas a cambio de permanecer en su territorio en la Reserva creada poco tiempo antes.





Taza hijo de Cochise


















A su fallecimiento, le sucedió en el liderazgo de su clan su hijo Taza, quien enterró su cuerpo en algún lugar desconocido de las Montañas Del Dragón, la región que servía de base de operaciones desde la que Cochise lanzaba sus incursiones relámpago y base irreductible para sus enemigos de ambos lados de la frontera.




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