miércoles, 9 de noviembre de 2011

ENTRE APACHES Y COMANCHES

















De lejos venía, esta enemistad entre estas tribus , los comanches se vieron desplazados , cuando los cheyenne deseosos de comerciar en Fort Bent, se desplazaron hacia el sur y se unieron a los arapahoe. Los comanches a su vez al desplazarse hacia el sur entraron en conflicto con distintas tribus apaches con mas o menos suerte , lograron desplazar a los apaches lipan, cuyo población fué diezmada por sus enfrentamientos con los comanches, los jicarilla se unieron a los utes y los tewa, para luchar contra los comanche y kiowa , los comanches sufrieron incursiones de los apaches mescaleros , que se dedicaban a robarles caballos , los comanches a su vez , consiguieron finalmente desplazar a estos también mas al sur.
























Los comanches eran quizás los mejores jinetes de entre todos los nativos americanos y los que contaban con la mayor cantidad de caballos de entre todos ellos , lo cual les permitía cambiar caballos por armas con otras tribus como sioux ó los propios cheyenne , sin embargo fueron los apaches los primeros amerindios en conseguir caballos, en sus muchos asaltos a las haciendas españolas.













A pesar de la enorme enemistad entre apaches y comanches , en algunos episodios de la historia se unieron , concretamente en el enfrentamiento con los españoles , que a su vez los utilizaron en distintos momentos para el enfrentamiento con una u otra tribu , en lo que actualmente es el territorio de Nuevo Mexico.

Estas guerras entre apaches y comanches , nunca tuvieron un claro vencedor , es cierto que ante la presión constante de los comanches tribus como los lipan , navajos y mescaleros sufrieron un desplazamiento hacia el sur a zonas mas montañosas , tengamos en cuenta que los apache se constituían en tribus ó clanes mas pequeños , mientras comanches vivían en comunidades muchísimo mas grandes , solo cuando las distintas tribus o clanes apaches se unían y organizaban se equilibraban dichas contiendas , de otra maneras el número de guerreros comanches siempre era superior.
Una vez desplazados hacia las zonas montañosas del sur de los Estados Unidos y norte de Mexico , la balanza se equilibró , esta zona de terrenos mas agrestes, secos y montañosos y la mayor capacidad de sufrimiento de los guerreros apaches les dio ventaja en sus enfrentamientos , por su forma de pelear en el estilo de guerrillas, los combates en terreno abiertos (praderas ) les venía mejor a los comanches mejores jinetes y en número mayor.














Los apaches siempre fueron grandes maestros en la lucha, en pequeñas escaramuzas que acababan agotando y minando la moral del enemigo y en sus carnes lo sufrieron tanto comanches , como kiowas , como los propios ejércitos americano y mexicano.
En cambio la táctica comanche era mas frontal apoyándose en el numero y en una habilidad innata como jinetes , en ocasiones durante el combate solo se veían los propios caballos mientras que el comanche iba colgado en el lateral del mismo , disparando sus arcos y rifles y haciendo muy difícil el blanco a sus enemigos , que muchas veces se veían obligados a disparar contra los animales para poderlos abatir.











En el siglo XIX , las fuerzas de ambas tribus andaban mas parejas , con los comanches habitando zonas mas de llanura y los apaches adaptados a zonas mas montañosas y desérticas , vivían tiempos menos turbulentos en los enfrentamientos entre ellos, mas ocupados de combatir al hombre blanco, aunque ambos colaboraban con el ejército americano en su lucha contra los otros, en forma de exploradores (scouts)




En la segunda mitad del siglo XIX, tenían muy definidos sus territorios, la comanchería y la apachería, territorios que a pesar de no ser los actuales, se siguen denominando igual a dia de hoy, en forma de homenaje a su lucha en el siglo XIX


martes, 8 de noviembre de 2011

GERÓNIMO - EL MAS LEGENDARIO DE LOS APACHES







(Go-Hhla-Ye; Arizona, 1829 - Oklahoma, 1909) Apache Chiricahua ,el grupo Chiricahua a su vez se componían de cuatro tribus Bedonkohe, Chokonen, Chihenne y Nedni , al primero de ellos pertenecia Geronimo. Era nieto de un famoso jefe apache (Mahko)
Los Chiricahuas eran mayormente nómadas que seguían las temporadas de caza y cultivo. Cuando el alimento era escaso, era la costumbre invadir a las tribus colindantes. Las incursiones y la venganza eran un modo de vida honrado entre las tribus de esta región.


Cuando en 1909 falleció el último gran jefe apache, Gerónimo, el genocidio prácticamente se había consumado y apenas quedaban, reducidos a condiciones de degradación y miseria próximas a la esclavitud, doscientos mil indios confinados en inhóspitas reservas. Habían sido vencidos por millones de inmigrantes, rudos colonos procedentes de todo el mundo que, protegidos por el ejército de los casacas azules, ocuparon sus tierras.

Nació en lo que hoy es la parte occidental de Nuevo México, y que entonces todavía era territorio mejicano,la inmemorial tierra de los apaches, por la que hacia 1846 pasaron los soldados de Washington en dirección al sur.Con ocasión de ello, un indio pacífico, un jefe de los apaches mimbreños llamado Dasodahae, criado junto al río Mimbres en las proximidades de una misión hispanomexicana, tomó contacto, sin la más mínima aversión, con un pueblo al que no conocía.







Más tarde llegarían a aquellos parajes los mineros atraídos por el oro de Palo Alto, y Dasodahae, a quien un fraile había puesto como sobrenombre Mangas Rojas y que sería conocido por los nortemericanos como Mangas Coloradas, fue a visitarles amistosamente. Los mineros lo insultaron y lo amenazaron con sus prepotentes revólveres y fusiles y, en el curso de una segunda visita, lo azotaron cruelmente y lo abandonaron medio muerto.

La venganza de Mangas Coloradas no se hizo esperar; en una emboscada segó la vida de diez de los mineros, desatando con ello una guerra abierta que había de concluir con una irreversible y definitiva derrota de su pueblo unos cuarenta años después. Las diversas tribus apaches extendidas por la región (chiricahuas, mescaleros, coyoteros, pinals) comprendieron que su territorio iba a ser progresivamente invadido por comerciantes, granjeros y soldados que abusaban de la superioridad de sus armas; entonces, un jefe y un gran guerrero de la misma nación se unieron al desafío de Mangas Coloradas: Shi-Ka-She, conocido como Cochise, y Go-Hhla-Ye, Gerónimo, bueno he de señalar que Mangas Coloradas era un Chihenne también conocidos como Warm Springs, Cochise y Geronimo eran Bedonkohe, aunque Mangas siempre intento la unión de todas las familias chiricahuas y las demás tribus apaches e incluso navajos, pero las peculiaridades de cada tribu impidió esta unión, para suerte del ojo blanco, si ya de por si los apaches eran casi irreductibles con la unión de todas las tribus el ejercito americano habría sufrido muchísimo mas








Juntos combatieron contra el coronel James Carleton y sus voluntarios californianos en 1863. Después de una primera victoria apache, Mangas Coloradas se entrevistó con el enemigo, sin tener en cuenta los consejos de sus aliados. Violando la bandera blanca de la paz, los oficiales lo hicieron detener y lo entregaron a la tropa. Durante la noche, uno de los soldados que lo custodiaban calentó al fuego su machete y pinchó al prisionero medio dormido, que contuvo su dolor comprendiendo el juego de sus agresores.

No obstante, otro centinela le lanzó a las rodillas un leño encendido, Mangas se levantó mecánicamente y una ráfaga de balas, legitimadas por el pretexto de una tentativa de evasión, acribillaron su cuerpo indefenso.

Durante los diez años siguientes, hasta 1873, fue Cochise quien encabezó la lucha, pero los saqueos y los incendios tendentes a reducir la soberbia del invasor resultaron infructuosos. Obtuvo algunas significativas victorias, pero su pueblo también sufrió cruentas represalias. Por ejemplo, el 30 de abril de 1871, ciento ocho ancianos, mujeres y niños apaches fueron exterminados en Camp Grant, aprovechando un día en que ningún hombre útil para la guerra quedaba en el campamento por haber salido todos a cazar a las montañas.





En 1873, el general George Crook —llamado por los nativos Nantan Lupan ("lobo gris") consiguió firmar un tratado con los apaches para que cesaran las hostilidades, al que se sometió Cochise y por el cual algunas tribus hallaron asilo en la reserva de San Carlos, en las tierras que se extienden a lo largo del río White, pero otras, como los chiricahuas, huyeron a México. Estos últimos, entre cuyos jefes destacaba el vigoroso Gerónimo, ocuparon posiciones inexpugnables en el macizo montañoso de Candelaria y durante un tiempo tuvieron por aliados a los mescaleros, dirigidos por Vittorio, que moriría en combate en 1880, momento en el que Gerónimo asumió también la jefatura del pueblo hermano.

Sus bandas acrecentaron la violencia por el territorio de Sonora en marzo de 1883, mientras otro jefe indio, Chato, imponía el terror a los blancos en Arizona. De ese modo, la frontera de Río Grande se convirtió en un verdadero infierno y el general George Crook se decidió a intervenir de nuevo, esta vez ayudado por un desertor chiricahua, Panayotishn, el cual se ofreció a servir de guía hasta el refugio secreto de los apaches. El 8 de mayo de 1883, la compañía del 6º de caballería, reforzada por doscientos guías indios, penetró en Sierra Madre. Un mes más tarde Gerónimo y Chato fueron conminados a rendirse. En julio pasaron a la reserva de San Carlos donde permanecerían durante dos pacíficos años.







Agotados por una guerra sin esperanza, los apaches parecían resignados a la forma de vida onerosa y precaria impuesta por los vencedores, quienes al principio pagaban a un precio razonable los forrajes y la leña que los indios talaban en los bosques. No obstante, en mayo de 1885, un centenar de disidentes aglutinados alrededor del valeroso Gerónimo, de Nachez, segundo hijo de Cochise, y de Chihuahua Mangas, huyeron de la reserva y se refugiaron en las montañas próximas de Nuevo México.

Durante algún tiempo arreciaron los ataques, pero el gobierno estadounidense no tardó en enviar sus tropas, al mando del capitán Crawford, para reducir a los rebeldes. Meses después, Gerónimo y Nachez solicitaron una entrevista con el militar enemigo mientras Chihuahua, el resentido vástago de Mangas Coloradas, permanecía al frente de una decena de guerreros irreductibles y ajeno a toda negociación.

Pese a todo, Crawford aceptó las condiciones de capitulación de Gerónimo y Nachez, pero entonces ocurrió algo que nadie esperaba. Fue en ese momento cuando entraron en escena inopinadamente los mexicanos, quienes rodearon el campamento de los guías indios empleados por el ejército y se entregaron a una auténtica orgía de sangre en la que pereció incluso el capitán Crawford. Los jefes indios pudieron huir, pero este incidente costó el cargo al más alto responsable militar en la zona, el general Crook, quien fue destituido inmediatamente y hubo de ceder su puesto al general Nelson A. Miles.





Fue el teniente Charles Gatewood, junto a los scouts chiricahua Martine y Kayitah, quienes encontraron a Gerónimo en Sierra Madre, y obtuvieron su rendición el 4 de septiembre de 1886.
El teniente Gatewood, un hombre íntegro que conocía la lengua apache, consiguió hacer abandonar la senda de la guerra a Gerónimo. Gerónimo quería regresar y tener una tierra para él y su tribu. Miles tenía orden de llevarlos a Florida. El tratado lo sellaron con una piedra. Duraría hasta que la piedra se hiciera polvo. Gatewood no tuvo suerte y el gobierno no aceptó el pacto y los indios se encaminaron a mas de 25 años de cautiverio, alejados de su tierra natal. Se deportó a todos los apaches a Florida, donde fueron diezmados por la fiebre. Los subieron al tren, viajaron hacinados, no soportaban el hedor, ni el ruido, y empezaron los primeros brotes de tuberculosis. La mortalidad era exagerada, 5 de cada 6.


El pueblo de Gerónimo, que si las cifras no mienten contaba con veinte mil miembros en 1871, había sido reducido hacia 1890 a unos pocos centenares. Ya no había para el orgulloso jefe apache ninguna batalla que entablar ni ninguna esperanza de futuro. Los veintitrés años de vida que le restaban debían servirle únicamente para que apurase hasta las heces el cáliz de la derrota y para que sus nuevos dueños lo escarneciesen convirtiéndolo en objeto de curiosidad y pasto de desaprensivos gacetilleros.









Los supervivientes fueron malviviendo al principio en la reserva de San Carlos, donde en 1888 los describió así Frederick Remington: "Los apaches fueron siempre los más peligrosos de todos los indios del oeste. En el ardiente desierto y en las vastas extensiones rocosas de su país, ningún hombre blanco pudo jamás capturarlos durante una persecución". Pero allí, en San Carlos, se alimentaban a medias de sus exiguos cultivos y a medias de la caridad racionada del gobierno, vestían con andrajos y su honor yacía por el suelo, quebrada y adolorida su memoria por sus héroes muertos.

Dos episodios vejatorios le restaban por vivir a Gerónimo antes de su muerte, acaecida en 1909. El primero, su presencia oportunista en el desfile que fue organizado en Washington con motivo de la elección como presidente de Theodore Roosevelt; el segundo, a los setenta y siete años de edad, la renuncia a los dioses de sus antepasados para abrazar el cristianismo.







Gerónimo, un anciano piel roja hostigado desde su juventud por los poderosísimos invasores, pasó en los últimos años de su vida a convertirse en un símbolo útil para la flamante conciencia nacional norteamericana. El inclemente punto de vista impuesto por Hollywood se encargó de desposeerlo de los últimos vestigios de su dignidad y así pasó a engrosar la epopeya de los pioneros, tanto más gloriosa cuanto más temibles, salvajes y valientes habían sido los enemigos a los que habían tenido que enfrentarse. El extraño destino de Gerónimo consistió al fin en alcanzar una indeseable popularidad universal y alimentar una de las más engañosas mitologías del siglo XX.

Gerónimo a pesar de su bravura e irreductible carácter, no era ese indio héroe que solo luchaba por su pueblo y defendía el orgullo apache,  Gerónimo tenia su lado oscuro,   los excesos del personaje llevaron a algunos de sus guerreros a enfrentársele e incluso amenazar con pegarle un tiro, como hizo por ejemplo Naiche, el hijo de Cochise, cuando quiso matar gratuitamente a unos niños o a algunos indios que trabajaban para colonos mexicanos. Y eso que Naiche le acompañó siempre en sus correrías hasta el final, junto a algunos incondicionales como Juh, el viejo Nana o la guerrera Lozen (que era hermana de Victorio).
Incluso el general Crook en una visita a la reserva de Florida donde estaban Gerónimo y sus chiricahuas, se negó a ver a Gerónimo al considerar que le había traicionado faltando a su promesa de no rebelarse más.


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COCHISE - EL APACHE GUERRILLERO














Importante líder guerrero de los apaches chiricahuas en el territorio de la actual Arizona. Considerado como un maestro de la estrategia y la guerra de guerrillas, mantuvo en jaque a los ejércitos mejicano y estadounidense desde mediados 1.861 hasta su rendición en 1.871.

Nacido en torno a 1.810, Cochise fue creciendo durante un periodo de relativa paz, al menos con sus vecinos estadounidenses. Pero en el sur, las autoridades mejicanas habían decidido acabar con cualquier vestigio de la presencia de los chiricahuas en la región, ofreciendo cantidades de dinero a cualquier cazarrecompensas por la entrega de cabelleras, independiéntemente de que fueran de hombres, mujeres o niños nativos. A partir de 1.831, los incidentes se volvieron cada vez más frecuentes y la reacción de los guerreros más violenta.
En 1.837, en la matanza de Santa Rita Del Cobre, pequeña población mejicana, más de cuatrocientos apaches perdieron la vida en la emboscada perpetrada por el norteamericano James Jonson, alguno de ellos familiares del propio Cochise y de la que pudo escapar in extremis el líder de los apaches mimbreños Mangas Coloradas. Matanzas constantes, aunque nunca tan numerosas, tuvieron lugar en años sucesivos. De hecho, en 1.846, entre los ciento setenta y cinco apaches masacrados durante una emboscada de los cazarrecompensas, al servicio de los mejicanos, se encontraba el propio padre de Cochise, un destacado líder de su pueblo.
En 1.856 (seis años después de que la región de Arizona y Nuevo Méjico quedara bajo el control políco y administrativo de las autoridades de Washington), Cochise fue elegido jefe de las partidas de guerra de su clan, los Chokonen, una vez fallecido su anterior líder, Miguel Narbona. En 1.858 se asentó junto a su gente en la región fronteriza con Méjico, queriendo adoptar una actitud pacífica ante los colonos blancos y el ejercito estadounidense.
Fue, sin embargo, la falsa acusación del rapto de un niño lo que llevó a Cochise a adoptar una posición hostil hacia su entorno. El incidente tuvo lugar en 1.861, cuando, junto a su banda Chokonen, se acercó a un campamento del ejército norteamericano en Apache Pass, al objeto de demostrar su inocencia en el secuestro de un niño de un rancho cercano. Un joven oficial, el Teniente George N. Bascom, desoyendo las pruebas aportadas por los apaches, decidió dejarles bajo arresto. Cochise consiguió evadirse, abriendo un agujero en la tela de la tienda militar en la que había quedado confinando y aprovechando la oscuridad de la noche y su habilidad innata para escapar de las patrullas enviadas en su persecución. De todas formas, cinco de sus familiares quedaron prisioneros del ejército.







Naiche(Natchez hijo de Cochise












Durante los días que siguieron a su escapada, Cochise y algunos de sus seguidores tomaron rehenes (y asesinando a cuantos mejicanos encontró a su paso) para poder intercambiarlos por los prisioneros del ejército, circunstancia a la que se negó el oficial Bascom. Irritado, Cochise torturó hasta la muerte a sus rehenes y a cambio, en el campamento militar, fueron colgados el hermano del propio Cochise y dos de sus sobrinos, aunque su mujer y su hijo fueron liberados.
Pese a que posteriormente quedara demostrada la inocencia de Cochise y clan -los Chokonen-, el incidente le convenció de que los blancos jamás admitirían el modo de vida nativo. El inevitable enfrentamiento y el odio motivado por la ejecución de sus parientes le llevó a una alianza con su tío Mangas Coloradas, quien ya se hallaba en guerra con mejicanos y estadounidenses. En el verano de 1.861 el territorio de Nuevo Méjico se convirtió en campo abonado para las incursiones apaches. El ataque, el 27 de septiembre, al campamento minero de Pinos Altos (Nuevo Méjico), aunque fue repelido por los emboscados, demostró la superioridad táctica apache, que consiguieron ver como la inmensa mayoría de colonos, mineros y comerciantes prefirió ausentarse de la región, ante el temor de los raids de castigo de los guerreros, que manejaban el sistema de guerrillas a la perfección, combatiendo casi siempre en pequeños grupos.
En junio de 1.862, creyéndose perseguidos por una columna de voluntarios de California, al mando de Brigadier General James Carleton, Cochise y Mangas Coloradas organizaron una emboscada en Apache Pass, en la que sólo la posibilidad de contar con artillería libró a la columna de quedar aniquilada. Ambos bandos sufrieron numerosas pérdidas, pero la resistencia apache mantuvo intacta su capacidad de acción.
Durante dos años -hasta el asesinato de Mangas Coloradas en 1.863- la capacidad de golpear en varios puntos simultaneamente y escapar sin dejar rastro echó al traste cualquier estrategia de defensa por parte de colonos, caravanas, campamentos mineros o puestos militares a ambos lados de una frontera que los apaches usaban en su provecho.















A la muerte de Mangas Coloradas, Cochise quedó como máximo líder de los apaches. La experiencia adquirida le permitió esquivar una y otra vez las trampas y persecuciones de las tropas regulares o de los voluntarios enviadas para su captura.
Pese a todo, Cochise comprendía que el agotamiento de las posibilidades de mantener su libertad era sólo cuestión de tiempo, superado en fuerzas e intendencia por sus enemigos. En noviembre de 1.870 cayó prisionero del ejército federal (que utilizó exploradores apaches para poder realizar su misión) para acabar deportándolo a la reserva de Cañada Almosa, situada a unos cientos de kilómetros de su territorio habitual. Descontento con las nefastas condiciones de subsistencia, Cochise y sus seguidores se escaparon para refugiarse en las montañas, desde las que volvió a organizar sus partidas de guerra para sembrar el terror en los ranchos y campamentos próximos.
Sólo la intervención de Thomas Jeffords -un colono de la zona y el único blanco en quien confiaba Cochise- pudo hacerle desistir de mantener un enfrentamiento cada vez más desesperado y cruel. En 1.871, el lider chiricahua depuso definitivamente sus armas a cambio de permanecer en su territorio en la Reserva creada poco tiempo antes.





Taza hijo de Cochise


















A su fallecimiento, le sucedió en el liderazgo de su clan su hijo Taza, quien enterró su cuerpo en algún lugar desconocido de las Montañas Del Dragón, la región que servía de base de operaciones desde la que Cochise lanzaba sus incursiones relámpago y base irreductible para sus enemigos de ambos lados de la frontera.




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martes, 1 de noviembre de 2011

LAS GUERRAS DEL CASTOR















Llamándose Guerra de los Castores no es difícil imaginar el porqué de su nombre y el lugar donde se libró. Efectivamente, el comercio de pieles de estos animales jugó un papel importante -junto con enemistades ancestrales- y la localización fue América del Norte. Pero hubo mucho, muchísimo más. Se trató de un auténtico cacao con contendientes europeos e indígenas repartidos en alianzas que prolongaron los enfrentamientos -distribuidos en cinco guerras sucesivas- durante prácticamente toda la segunda mitad del siglo XVII.

Dos fueron los bandos básicos: por un lado los franceses y por otro la Confederación Iroquesa. Francia estaba presente en el territorio desde la llegada de Jacques Cartier en 1535, estableciendo diversos asentamientos (de ahí que esa zona de Canadá aún sea francófona). En 1603 fue Samuel de Champlain el que regresó para iniciar una colonización más en serio, firmando una alianza con varias tribus para enfrentarse a los iroqueses y asegurar el suministro de pieles de castor.

La Confederación Iroquesa, formada por los pueblos mohawk, oneida, séneca, cayuga y onondaga, había alcanzado la primacía regional expulsando a los algonquinos e imponiéndose también a hurones e innus, que fueron los que se unieron a los franceses para librarse del yugo iroqués. Los primeros combates resultaron favorables a los nuevos aliados, que derrotaron a los mohawk. Los galos incitaron a hurones e innu a expandirse hacia el oeste, empujando a los iroqueses cada vez más lejos hasta que el lago Ontario quedó como frontera natural.




Ello permitió un período de relativa calma que duró unos veinte años y fue bastante fructífero comercialmente para los intereses peleteros europeos. Pero los iroqueses no se resignaban y hacia 1610 trabaron contacto con los comerciantes holandeses, que se habían instalado en la costa y empezaron a venderles armas a cambio de pieles. Así desenterraron otra vez el hacha de guerra, primero contra los mohicanos -los holandeses se habían instalado en su territorio- y luego contra sus viejos enemigos. Tras dos años de matanzas se firmó una inestable paz en 1618, en buena parte motivada por un inesperado y terrible acontecimiento.

Era la llegada de las enfermedades europeas, para las que los nativos no tenían defensas naturales. Al igual que había pasado un siglo antes en la América española, la viruela arrasó Nueva Inglaterra matando al noventa por ciento de la población indígena en sólo dos años. Ello no impidió que, en 1624, mohawks y mohicanos volvieran a enfrentarse. Pese a la ayuda recibida por éstos de algonquinos y conestoga, la victoria fue para los primeros, que les expulsaron y se hicieron con el control absoluto del comercio de pieles con los holandeses. Su superioridad, a base de armas de fuego, una formidable flota de canoas y hábiles tácticas, sería una constante.








El resultado tuvo un aspecto positivo y otro negativo. Por un lado se enriquecieron, por lo que pudieron seguir comprando mosquetes y extender las hostilidades a algonquinos, hurones e innu; por otro, la matanza de castores alcanzó tal nivel que prácticamente se extinguieron en la región. La Confederación Iroquesa se vio, así, paradójicamente, a punto de morir de éxito. La solución, como tantas veces ha pasado en la Historia, fue lanzarse a una campaña de expansión militar hacia el norte, para hacerse con nuevas tierras de caza. Sus dueños eran los hurones. Fue el comienzo propiamente dicho de la Guerra de los Castores.

En 1635, tras una serie de batallas que, en general, fueron favorables a los iroqueses, se firmó la paz. Posiblemente influyó también una segunda epidemia de viruela que resultó aún más dura que la anterior y se extendió por el entorno de los Grandes Lagos. Sin embargo, la tranquilidad no duró mucho, otro par de años, porque los hurones se aliaron con los algonquinos y desataron las hostilidades una vez más; la guerra consistió en una serie de golpes y contragolpes de mano, a cual más bárbaro, hasta el punto de provocar el exterminio de facto de algunos pueblos que se vieron arrastrados al conflicto, como los oneida o los wenro.









En 1641, la Confederación Iroquesa buscó la paz ofreciendo a los franceses un puesto comercial en su territorio. El gobernador galo rechazó la propuesta para no desairar a sus aliados hurones pero la guerra interrumpía el suministro de pieles, así que al final se llegó a un principio de acuerdo; no fructificó porque los galos impusieron que los iroqueses les vendieran sus pieles con los hurones como intermediarios, lo que fue considerado un insulto. Una vez más hablaron las armas y esta vez Francia decidió intervenir directamente junto a sus aliados.

No fue suficiente para los hurones, que habían resultado especialmente debilitados demográficamente por la viruela. Poco a poco, pero inexorablemente, con un ataque tras otro, los iroqueses los fueron aplastando y los supervivientes quedaron diseminados, a merced del salvajismo del enemigo, del hambre y del crudo invierno canadiense de 1650. Muchos se integraron en otras tribus y no pocos en pueblos franceses, ya que buena parte de los hurones se había convertido al cristianismo por la esforzada labor de los misioneros (quienes, por cierto, también tuvieron numerosas bajas).

Como los iroqueses habían perdido asimismo mucha población por la viruela y la guerra, igualmente integraron en sus filas a restos de otras tribus y prisioneros, hurones incluidos, siguiendo una vieja costumbre india. Asimismo, se congraciaron con los misioneros jesuitas y hubo un considerable número de conversiones. Pero eso no significaría tranquilidad ni mucho menos. Los mohawks, que habían quedado como el pueblo predominante de la confederación, insistieron en su belicismo y esta vez lo dirigieron contra los blancos. Los colonos sufrieron un período de terror en el que la caza de cabelleras hizo fortuna.










No fueron las únicas víctimas. Los tionontaté también fueron pasados a cuchillo y los pocos que escaparon huyeron a las praderas refugiándose con los sioux. Luego cayeron unos tras otros, los neutrales, los ottawa, los erie, los conestoga y los delaware. La Confederación Iroquesa parecía imparable y llegó a las puertas de las ciudades francesas de Montreal y Quebec, contra las que efectuaron algunos asaltos. Demasiado para que Francia permaneciera de brazos cruzados: en 1660 organizó un contingente y sumó a sus soldados lo que quedaba de hurones y algonquinos pero los iroqueses los derrotaron; eso sí, a costa de muchas bajas.

Fue el canto del cisne iroqués porque París, viendo que su colonia corría peligro, envió un ejército. Además, los holandeses que armaban a las tribus de la confederación fueron desplazados por los británicos. Las dos campañas sucesivas desarrolladas por los galos en 1666 obligaron a los iroqueses a negociar, en parte porque los belicosos mohawk estaban muy debilitados. Pero llevarse bien con los europeos no significaba hacerlo con los otros indios: los shawnee, illinois, powatomi y miami pudieron comprobarlo, pues sólo en 1684, combinando sus fuerzas y tras varias derrotas, lograron detener la nueva expansión iroquesa hacia Ohio e Illinois. También ayudaron las armas de fuego suministradas por los franceses, cuyo armisticio con los iroqueses se había dado por finalizado.









La nueva guerra duró una década y fue aún más brutal, si cabe. En la década de los ochenta los franceses armaron a ojibwas y algonquinos para frenar a los iroqueses; lo que no sabían es que los ingleses habían empezado a hacer lo mismo con éstos en sustitución de los holandeses. No obstante, consiguieron unir a todas las tribus enemigas de la confederación para desatar una exitosa campaña contra su principal componente, los séneca. En lo que se conoce como la Guerra del Rey Guillermo, las hostilidades ampliaron su nómina de contendientes directos y, así, tropas inglesas y francesas se enfrentaron cara a cara en varios choques mientras los indios seguían matándose entre sí paralelalmente.

Los europeos firmaron la paz en 1697, por el Tratado de Rijswijk. Y entonces el panorama cambió. Los franceses desistieron de eliminar a los iroqueses y éstos estaban ya agotados tras medio siglo de muerte y destrucción, así que firmaron un acuerdo comercial a despecho de los ingleses quienes, no obstante, al final se sumaron al pacto. Fue la Gran Paz de Montreal de 1701, en la que se restablecían más o menos las fronteras de antaño y las respectivas áreas de influencia primigenias. Los iroqueses quedaban, en la práctica, como mediadores in situ entre las dos potencias europeas. Aquel statu quo duró veinte años; los que tardaron los blancos en iniciar su expansión colonial aprovechando la sangría humana sufrida por los pieles rojas.

lunes, 24 de octubre de 2011

WILD BILL HICKOCK - MAS RÁPIDO QUE EL VIENTO




James Butler Hickok nació en Troy Grove, Illinois, el 27 de Mayo de 1837, y fue asesinado en Deadwood, territorio de Dakota el 2 de Agosto de 1876. Se hizo famoso por sus habilidades con las armas, así como jugador profesional y como Marshall de la Ley.

Su pasión por las armas le viene desde muy joven, practicaba constantemente y participaba en concursos locales de tiro, lo que le valió ser reconocido desde muy joven como tirador excepcional con pistola.

Cuando cumple 18 años dejo la granja de sus padres y emigró a Monticello, Kansas, allí consigue su primer trabajo como conductor de Diligencias en Los caminos entre Santa Fe y Oregon. A partir de aquí y sin que el fuese consciente de ello comienza a forjarse su leyenda, sus aventuras y desventuras.


El oficio de conductor de diligencias hace que tenga abundantes encuentros con forajidos, rufianes y malhechores, lo que le viene de perlas para poner a punto sus habilidades como tirador. En poco tiempo quedó constancia de que él tendría futuro como “gunfighter” (pistolero). Estas situaciones comenzaron a influir en su carácter el cual se volvió impulsivo y beligerante por esto motivo los amigos y conocidos empezaron a llamarle Salvaje Bill, o Bill el Salvaje. El caso es que lo de Bill no se sabe de donde salió pero como a él le parecía bien acogió el apodo con total naturalidad.





Según cuentan en uno de sus informes los patronos de la línea de transporte de las diligencias, en más de una ocasión se acampaba a la intemperie y es en una de estas paradas para dormir con el cielo como techo cuando un Oso se acercó hacia el carro en mitad de la noche con no muy buenas intenciones, el caso es que Wild Bill no tenía sus armas encima ya que estaba descansando y solo tenia a mano su famoso cuchillo de seis pulgadas el cual uso para herir mortalmente al Oso, no sin antes haber recibido varios zarpazos del animal dejándole también malherido, lo que le hizo pasar algún tiempo descansando. Esto no hizo más que engrandecer la reputación de Wild Bill que crecía por momento a través de las versiones románticas de aventuras que iban pasando de pueblo en pueblo en aquella época.


Más tarde, Wild Bill solicitó el empleo de Sheriff en una pequeña ciudad de Nebraska en la que también tuvo encuentros con ladrones y gente de mala calaña. Es en este punto donde se tropieza con los McCanles, unos gangsters de la zona con los que tiene un caluroso encuentro en el condado de Jefferson el cual más tarde le pasaría factura.
Todos estos asuntos iban formando parte de la suma y sigue de sus aventuras, engrandecían su reputación como paradigma de hombre de la ley occidental, audaz, resistente, astuto, experto… Fue por aquel entonces cuando estalló la Guerra Civil y aunque el estado de Nebraska no se alineó inmediatamente podríamos decir que a Wild Bill le dió un ataque de patriotismo y corrió a alistarse voluntariamente como explorador a los servicios de la Unión.

Se cuenta que el propio Bill comentó a unos periodistas que mató a 50 confederados en un solo encuentro exáctamente con 50 balas de su propio rifle, lo cual según la tecnología de la época es poco probable en tiempo y realización. Es cierto que hizo algunas incursiones temerarias en su periodo en el ejército pero ninguna pudo confirmarse de forma objetiva a través de observadores que dieran testimonio de ello.


Nuestro personaje también se cruzó con el famoso periodista y aventurero Henry M. Stanley, sí, el que más tarde en Africa pronunciara la famosa frase “Doctor Livingstone, supongo”. Éste le entrevistó preguntándole si sería capaz de recordar a toda la gente que había matado, a lo que Wild Bill contestó que a más de cien, contando indios, mexicanos etc., etc. El Sr. Stanley publicó la entrevista añadiéndole comentarios acerca de la energía Y agilidad extraordinarias en la persona de Hickok, lo que volvió a repercutir en la ya crecida reputación del pistolero.
En 1868 también participó en una escaramuza contra indios Kiowas, él y 40 hombres del batallón de infantería de Fuerte Russell, de la cual también consiguió salir airoso. Su carrera en el ejército no duró mucho, así que como siempre había sido un tipo interesado por el juego, decidió, que si perfeccionaba sus habilidades con las cartas podría ganar mucho dinero.

Así fue como Wild Bill continuó su carrera como jugador profesional, la cual en algunos casos lo llevaría al borde de la ley. Otro hecho reconocido fue su encuentro con James “Dog” Kennedy, éste último tenía fama de ser “cazador de tramposos” y en una partida injurió a Hickok llamándole tramposo y le acusó de juego sucio lo cual acabo en el famoso duelo ocurrido en Springfield, Missouri el 21 de Septiembre de 1869, donde los Colts de Hickok se enfrentaron al Smith and Wesson de Perro Kennedy.



El primero en desenfundar fue "Dog" y su disparo pasó por encima del hombro izquierdo de Wild Bill, pero cuando Wild sacó sus dos Colts, los cuales llevaba amartillados enfundados en sus cartucheras (algo sumamente peligroso) efectuó sus dos disparos. Uno alcanzó la rodilla derecha y el otro fue a alojarse en el pecho de su oponente causándole la muerte inmediata y dando con el cuerpo de James "Dog" Kennedy en el suelo. Como el primero en desenfundar fue Kennedy, los allí presentes tomaron el hecho como defensa propia por parte de Wild Bill por ello no se presentaron cargos, asi que este episodio volvió a hacer aún más famoso el nombre de Wild Bill Hickok.

Más tarde encontró trabajo como Marshall en la ciudad de Hyes, Kansas. También trabajo en Abilene, su vida se volvía aburrida y rutinaria, pero periodistas que habían estado siguiendo sus hazañas empezaron a escribir en los periódicos sobre él, lo situaban en Kansas, Omaha, Nebraska y hasta en New York diciendo que había matado a tres indios en un sitio, a otro tipo en alguna ciudad, incluso se llego a escribir que lo habían matado. Él mismo les escribió diciendo que estaba vivo.

Aunque su vida como jugador profesional le marcaría hasta sus últimos días como alcohólico y como tramposo.

En Deadwood, Wild Bill conoce a una mujer que compartía un gran número de rasgos de Hickok, temeraria, individualista, alcohólica, etc, era conocida como Calamite Jane.




Los dos encontraron mutuamente su media naranja ya que básicamente eran semejantes. Ámbos eran mentirosos y tenían pocos escrúpulos. Los días pasaron felizmente, incluso Calamite (Martha Jane Cannary) llegó a anunciar que se habían casado, aunque nadie daba crédito a sus palabras por la reputación que les precedía.
Poco a poco el alcohol hizo mella en la pareja y todo iba mal hasta que apareció algo interesante, el Show del Lejano Oeste de Buffalo Bill. Ámbos fueron contratados por su conocida buena puntería y su rapidez con las armas, aunque este trabajo apenas duró ya que el alcohol había mermado las habilidades de Hickok como tirador y ambos pasaban embriagados muchas horas al día.

Era extraño ver a Hickok sobrio vagando por Deadwood, en aquel entonces tenía 39 años. Cuando en el Salón del Dólar de Plata de Sweeny, Wild Bill jugaba una mano de póker, mientras un tal Jack (John) "Crooked Nose” McCall bebía whisky tranquilamente en la barra. McCall estaba convencido que Hickok había matado a su hermano en un enfrentamiento en Kansas (aunque se cree que fue una simple excusa para su enfrentamiento con Bill) así que se situó detrás de Wild Bill como si se tratara de un observador ocasional de juego, espero fríamente contemplando varias manos del juego y cuando todos estaba concentrados en éste, McCall sin temblarle el pulso lo mas mínimo desenfundó su arma y disparó a la parte posterior de la cabeza de Wild Bill matándole inmediatamente.
En el momento del asesinato, Wild Bill Hickok sostenía en su mano un par de ochos y un par de ases lo que ha pasado a llamarse en el argot del juego “la mano del muerto”.


James Butler Hickok fue enterrado en el cementerio de Deadwood, 14 años más tarde en 1900 Calamite Jane moría. Fue enterrada según su deseo junto al hombre que amó.




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martes, 12 de julio de 2011

BILLY THE KID - LA HISTORIA DE BILLY EL NIÑO


Nacido el 23 de noviembre de 1859 en la ciudad de Nueva York (estos son datos que Pat Garret y Ash Upson cuentan en su biografia) pero hechos posteriores parecen sugerir que debió ser en 1860 o 1861. No sabemos nada de sus primeros años de vida, hasta su aparición en 1870 en Wichita (Kansas) junto a su hermano Joseph, su madre, que había enviudado, y el nuevo novio de ésta, William Antrim, que se convertiría en marido en 1873. En 1874, sin embargo, Catherine falleció a causa de su enfermedad y Antrim se marchó a Arizona, abandonando a ambos hermanos. Billy, de 14 años en ese momento , tuvo que sobrevivir trabajando en un hotel como lavaplatos y realizando otros trabajos mal pagados. En estas circunstancias comenzó su vida delictiva cometiendo robos de poca monta y aunque fue arrestado por alguno de estos actos, fue dejado pronto en libertad.

Billy pasó entonces gran parte de su juventud en el ambiente de los salones de la frontera. En Silver City se unió a Sombrero Jack, un delincuente con el que cometió diversos delitos, por uno de los cuales fue nuevamente arrestado, quedando en libertad en poco tiempo.


En 1877, Billy se mudó a Lincoln (Nuevo México), donde se empleó como vaquero en el rancho de John Tunstall, un ranchero y hombre de negocios inglés y de su socio Alexander McSween, un conocido abogado.

En este contexto, se produce la llamada Guerra del condado de Lincoln, donde a raíz de conflictos entre Tunstall y McSween con otro hombre de negocios del lugar llamado L. G. Murphy (que era miembro del Ring of Santa Fe, poderoso grupo formado por políticos, jueces, empresarios, ganaderos y militares que controlaban el territorio de Nuevo México con métodos mafiosos). Tunstall se había aliado con John Chisum, también importante ganadero, para enfrentarse con el Ring . El Ring contrató al sheriff William Brady que con sus ayudantes asesinaron en una emboscada a Tunstall. El ranchero asesinado había sido considerado como un nuevo padre por Billy, el cual junto con trabajadores y amigos obtuvieron órdenes de detención, concedidas por el juez Wilson de Santa Fe, contra los asesinos de Tunstall, formando un grupo de persecución que fue conocido por Los Reguladores. Dichas ordenes fueron posteriormente anuladas por el Juez del Distrito que era partidario de Murphy, quedando el grupo en situación ilegal.

Billy mató al sheriff Brady y a su ayudante en la calle principal de Lincoln, huyendo a Texas.













Billy the Kid mató a 21 hombres "sin contar mexicanos” (según una frase que se le atribuye) uno por cada año de su vida y no murió en un duelo, sino en una emboscada que le tendió Pat Garret, quien se escondió en la oscuridad y le disparó sin darle oportunidad a defenderse , esto aconteció en Fort Summer el 14 de julio de 1881.Segun cuenta la leyenda ,esto no sucedió en la realidad porque fue una historia que hizo correr el propio Bill para escapar de la horca a la que había sido sentenciado. El ardid le resultó porque pudo vivir hasta casi los 60 años. Hubo tambien, la apertura de una investigación en Nuevo México para determinar mediante análisis de ADN si un tal Brushy Bill Roberts, que falleció en 1950 a los 90 años, decía la verdad al proclamarse como el auténtico Billy the Kid, o si éste había muerto, como se creía, casi setenta años antes. La investigación sigue abierta y con ella el misterio de un personaje que en el siglo XIX fue uno de los más famosos bandidos del Oeste , al parecer existen diferentes leyendas , no comprobadas , sobre que Billy no murio aquel 14 de Julio.

Con el fin de terminar con el conflicto en Lincoln, el recién nombrado gobernador de Nuevo México Lew Wallace, ofreció amnistía para todos los sobrevivientes de la guerra de Lincoln. En el caso de Billy, este quedaría obligado a testificar en otros juicios por asesinato que estaban pendientes de ser realizados. Billy aceptó pero el gobernador faltó a su palabra, arrestándolo pero logró huir, encontrando cobijo en el desierto.

Tras su fuga, Billy se dedicará al abigeato, junto a viejos amigos Reguladores y nuevas incorporaciones. La banda será conocida como The Rustlers (‘los cuatreros’).












PAT GARRET










Pat Garrett había ganado un año antes las elecciones para sheriff de Lincoln, lo cual, unido a su cargo de marshall del territorio concedido por el gobernador Wallace y ante las presiones del "Ring of Santa Fe", el agente de la ley inició la persecución de McCarty por el que se le ofreció una recompensa de 500 dólares. El grupo de Garret capturó a Billy (de 18 años) en diciembre de 1880 en la localidad de Stinking Springs, siendo juzgado y condenado a muerte en Lincoln. En espera de la ejecución, el 9 de abril de 1881 Billy volvió a fugarse de la cárcel, esta vez matando a sus dos guardianes.

Pero tres meses después de su fuga, Garret y sus ayudantes cercaron a Billy en la proximidades de Fort Sumner, dándole muerte el 14 de julio en una situación confusa y de versiones contrapuestas, que van desde el asesinato a incluso la de que el cadáver no era el de Billy the Kid. Pero hay teorías que dicen que Garret le quiso dar muerte en su propia casa, pero no estaba sólo, sino acompañado de su mujer de rasgos mexicanos. Billy salió de la casa para ir al corral por comida y entre la oscuridad se encontró a Garret, quien le apuntó con el revolver y Billy le convenció y éste bajó el arma. Billy cogió lo que tuvo en mano (cuchillo) y se fue por una calle oscura, miró atrás repetidas veces por si le seguían y en una de las calle oscuras que se metió le esperaba una escopeta que le apuntaba en el estómago. La escopeta abrió fuego y Billy cayó al suelo boca arriba, posiblemente sin saber quién lo mató.













Siempre , incluso en algunas peliculas lo destacan , se dijo que Billy era zurdo , nada mas lejos de la realidad , la supuesta historia por la que se cree que era zurdo , fue por la famosa fotografia , en la cual sale con un revolver en el costado izquierdo ,la imagen es un ferrotipo, una técnica fotográfica primitiva que impresionaba placas de metal y que fue tomada en Fort Sumner (Nuevo México). Es una imagen invertida, que muestra a Billy el Niño de pie, mirando a la cámara, con un colt a la cintura y apoyado en su winchester de repetición.

Los diferentes alias de Billy the Kid eran Henry Antrim ,Henry McCarty y William H. Bonney ( se supone que este ultimo era su verdadero nombre ) y su carrera de forajido y hábil pistolero no fue muy difundida mientras vivió hasta que el hombre que lo mató, el Sheriff Patrick Garrett, publicó una biografía titulada “La auténtica vida de Billy the Kid”.



Una parte de estos datos han sido recabados de la Wikipedia