sábado, 10 de enero de 2009

BODIE: EL PUEBLO FANTASMA POR EXCELENCIA



Todos deben recordar aquellas películas hollywoodenses en la que pueblos anteriormente prósperos gracias a la minería, se convertían al cabo de un tiempo en ciudades desoladas, invadidas por el polvo, sumidas en el olvido. Llegaba la noche y los infortunados protagonistas de la película, se veían en mil situaciones en la que los fantasmas abundaban por diestra y siniestra.




Estos pueblos no solo viven en la imaginación de los directores y guionistas de las películas, sino también en algunos remotos lugares del mundo, olvidados por el tiempo. Uno de estos pueblos se encuentra en el desierto de California. Su nombre: Bodie, 120 kilómetros al sureste del Lago Tahoe.

De los fantasmas no se tiene evidencia alguna, tan solo rumores, sin embargo lo que sí se ha convertido en una leyenda urbana es que los visitantes que osan a llevarse algo de la ciudad a sus casas sufren una maldición que los hace devolverlas lo más pronto posible. ¿Crees que sea cierto?





Los inicios del pueblo de Bodie fueron como campamento minero en el año 1859, cuando William S. Bodey y su empresa hicieron un rico descubrimiento de oro en una mina cercana. Lamentablemente no llegaron a explotarla debido a que muy poco tiempo después fallecieron en una tormenta camino a Monoville. Años después, la Standard Company se hizo cargo de la mina en el año 1876 y convirtió al pequeño campamento minero en una ciudad hecha y derecha, con los establecimientos necesarios que le permitieran llevar una vida normal y moderna para la época.


Para el año 1880, Bodie había crecido tanto que tenía una población de 7 a 8 mil habitantes. En total, la mina de la ciudad de Bodie produjo ganancias de aproximadamente 34 millones de dólares. Entre las construcciones que se hicieron en la ciudad se encontraban dos bancos, un ferrocarril, una cárcel, multitud de bares, tan solo dos iglesias y además se fundaron algunos periódicos.





En el año 1893, la Standard Company decidió construir su propia planta hidroeléctrica lo que generó aún más el crecimiento de la ciudad de Bodie. Pasaron los años y la mina dejó de producir el preciado oro. ¿Entonces qué ocurrió? Lo que imaginas…La ciudad fue abandonada de a pocos para convertirse finalmente en lo que actualmente es: Una ciudad fantasma.



En el año 1961, fue nombrada como Monumento Histórico Nacional y en el año 1962 llegó a obtener la denominación de Parque Histórico Estatal. Los valientes visitantes caminan entre calles desoladas por las que alguna vez transitaron hasta 10,000 personas, las que tal vez se hacen presentes cuando el manto de la noche cubre Bodie.

http://viajesnorteamerica.com

1 comentario:

alonso ruz dijo...

Impresionante, me gustaría no, me encantaría visitar esto, sé que tarde o temprano (más bien tarde), haré realidad mi sueño, gran post!!!