lunes, 16 de junio de 2008

LA COCINA DEL BRICK - DOCTOR EN ALASKA

Este artículo versa sobre la -en nuestra opinión- mejor serie de televisión de todos los tiempos: Doctor en Alaska (Northern Exposure en la versión original). La razón de dedicarle nuestra atención, es en parte, un homenaje a los buenos momentos que nos han deparado sus entrañables personajes y por otra, los constantes guiños culinarios presentes en todos los capítulos de la serie.


Breve historia de la serie


La serie fue creada para la CBS en 1990 por los guionistas Joshua Brand y John Falsey, que fueron responsables del episodio piloto y, por tanto, de la caracterización de los personajes. Para el resto de capítulos se alternan distintos guionistas y directores, pero respetando siempre la idea original.

Doctor en Alaska narra las peripecias de Joel Fleischman, un médico de New York que, como contraprestación al estado de Alaska, que ha pagado sus estudios, debe ir a prestar sus servicios, durante cuatro años, a una pequeña ciudad (Cicely) perdida en la inmensidad de Alaska. El choque que experimenta el snob y cosmopolita doctor es brutal: la naturaleza salvaje, la falta de comodidades, el carácter de la gente, el tener que valerse por si mismo; todo le aterra o le parece mal. Éste es el hilo argumental inicial, que da lugar a divertidas situaciones y es la base de los ocho primeros episodios.


Posteriormente, se van definiendo los caracteres del resto de personajes principales, diluyéndose el protagonismo de Joel, pasando a ser la comunidad de Cicely y su espíritu los verdaderos conductores de la serie.

Las serie completa consta de 110 episodios que se reparten en seis temporadas de emisión, desde 1990 hasta 1995. En España se estreno en 1992, en La 2. Desde entonces ha habido varias reposiciones, siempre incompletas y a horas totalmente intempestivas.

En la última temporada, el doctor Fleishman, ya completamente integrado en el entorno y un tanto asilvestrado, abandona la práctica de la medicina y es sustituido por un nuevo médico: el doctor Capra.

Aunque la calidad de la serie apenas sufre altibajos, en la última temporada se va apreciando un agotamiento de las ideas y el intento de sustituir a Fleischman por Capra no tuvo buena acogida entre los espectadores. Éstas son las principales razones que llevaron al fin de la serie.

¿Por qué nos gusta Doctor en Alaska?


Resulta difícil hacer una disección de la serie y separar aquellos factores que puedan ser los responsables de su éxito. Hay que partir de que es un producto de gran calidad, pero que ha tenido y tiene un rotundo gancho comercial.


Concebida originalmente como una comedia con un protagonista bien definido, va evolucionando hacia una serie coral que incorpora elementos poéticos, filosóficos y oníricos, a la vez que va trazando una compleja cadena de relaciones entre los protagonistas, que acaban conformando un universo muy particular: el mundo de Cicely.










A nuestro entender, las razones del éxito están en la honestidad y calidad de los guiones, el magnífico reparto de actores, la exquisita selección de la música y, sobre todo, en la gran cantidad de registros que adopta la serie: si alguien quiere ver una buena comedia, la tiene servida y se reirá con las vicisitudes de los personajes; si lo que busca son guiños culturales y un cierto nivel intelectual, sin duda es su serie; si le gusta que se reflejen las relaciones humanas, los sentimientos y los pequeños problemas cotidianos, no quedará defraudado; si le fascina el mundo onírico, las culturas indígenas, la ecología, el paisaje, la literatura, la filosofía o el cine, tiene de dónde servirse en abundancia. Y quien sólo busca seguir el devenir cotidiano de los habitantes de una pequeña comunidad, narrado con gracia y sensibilidad, quedará encantado con Doctor en Alaska.

La cocina de Doctor en Alaska


La cocina aparece prácticamente en todos los episodios de doctor en Alaska. En algunos, se le da más importancia que en otros y en algún capítulo es el tema principal.




El centro de la vida de Cicely es The Brick, la taberna local, donde se reúnen todos los protagonistas a comer, a beber o, simplemente, a intercambiar cotilleos. De los menús que se sirven en The Brick hablaremos en el siguiente apartado.

Las gentes de Cicely también se reúnen en torno a una mesa con motivo de alguna fiesta particular, un banquete o una celebración.

La composición de las comidas varía desde los pantagruélicos y lujosos ágapes que ofrece en su mansión el prepotente y sibarita Maurice Minnifield a las sencillas hamburguesas de alce que se sirven en las fiestas al aire libre. En el término medio están los platos combinados, más o menos apetitosos, que se sirven en The Brick. No obstante este batiburrilo de hábitos culinarios, todos los habitantes de Cicely muestran una inclinación hacia la buena mesa y gusto por los platos elaborados y los buenos vinos; nunca desdeñan las exquisiteces cuando tienen la ocasión de probarlas.

El tercer factor culinario de Doctor en Alaska es Adam. Este genial cocinero no pierde la ocasión de lucir sus habilidades en cualquier ocasión que se le presente, aunque se haga de rogar, vuelva locos a sus pinches y martirice a los comensales con sus exabruptos.

La cocina de The Brick




The Brick es la taberna de Cicely y el centro de la vida social del pueblo. Todos los protagonistas pasan por allí en uno u otro momento del día: para tomar una cerveza, un café o llenar el estómago con los platos -más bien contundentes- que se ofrecen.


La cocina de The Brick es sencilla y nutritiva: "cocina tradicional de Alaska" en palabras del propietario Holling Vincoeur. En todos los episodios se ve a Shelly Tambo, la mujer de Holling y ocasional camarera, repartir grandes platos en los que no falta un aderezo de patata, arroz o legumbres acompañando un principio de carne o pescado. Hasta aquí nada extraño, nada que no se pueda encontrar en cualquier taberna de una pequeña localidad de Estados Unidos. También se sirve comida rápida en la barra: las tradicionales hamburguesas de alce o caribú o sandwich de queso con mayonesa, todo ello regado con cerveza de barril o café americano de pucherete.

Intentaremos reconstruir una posible carta de The Brick a través de las comandas explícitas que aparecen en la serie:


PLATO PRINCIPAL
Hígado encebollado
Tortilla francesa con queso
Tortilla de camarones (según Maurice Minnifield es lo único fiable)
Guiso de atún
Estofado de rabo de buey
Falda de cordero
Cerdo envuelto en una sábana
Empanada de queso
Carne con chile
Bistec de alce Solomillo
Filetes de hígado
Huevos revueltos


GUARNICIÓN
Aros de cebolla
Patatas asadas
Judías estofadas
Espagueti
Ensalada de col
Crema de col


POSTRES
Tarta de moras
Tarta de manzana
Bizcocho con salsa
Batido especial de la casa
Pastel de mazapán

Como podemos ver, no está mal del todo y peores cosas habremos comido sin tener que ir hasta Alaska. Como curiosidad, se puede ver el menú del auténtico The Brick de Roslyn, donde se rodó la serie: http://www.thebricktav.com/menu.html : genuino tex-mex. Sin duda preferimos la carta del The Brick de ficción.

En The Brick se practica una curiosas variante de la cocina de temporada, que no tiene nada que ver con la estacionalidad de la materia prima. Al comienzo del invierno, los habitantes de Cicely se dedican a atracarse de comida, para acumular reservas: Walt Cooper, un antiguo broker de Wall Street reconvertido en trampero, ordena una comida compuesta de cerdo ensabanado, tortilla con queso, patatas asadas, doble ración de bizcocho con salsa y batido especial: calcula que acumulará unas 8.000 calorías.

Otra variante de la cocina de temporada es el menú especial contra los mosquitos en primavera: Pollo al ajillo y pan de ajo servidos con clavo (opcional).

The Brick tiene un período de inclinación hacia la cocina italiana, cuando Chris Stevens se asocia con Holling. Según Chris, The Brick se transforma en "la catedral de la pizza parmesana".

Pero las cosas cambian en The Brick cuando, ocasionalmente, Adam toma las riendas de la cocina. Lo que es un sencillo restaurante de pueblo se transforma en un emporio de la gastronomía, para deleite de los habitantes de Cicely. Los menús se enriquecen y la carta presenta, por ejemplo, huevos a la fiorentina, tarta de cinco cereales con sirope de grosella y bollos de queso con salsa de arándanos; o tortellini y ensalada de pato al hinojo. Todo un lujo

http://www.terra.es/ Por Manu Ruiz de Luzuriaga



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